Mirad pues con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo porque los días son malos. Por tanto no seáis insensatos sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. Ef. 5:15-17.
Eclesiastés 3: Todo tiene su tiempo.
Tal vez te dices: No tengo tiempo, no me alcanza el tiempo. ¿Cómo administras el tiempo? ¿Cómo ser excelentes en la administración del tiempo?
Este es un buen momento para administrar bien tu tiempo: Dedicando estos minutos para escuchar lo que Dios te dice acerca de la Excelencia en la Administración del tiempo. Si eres esclava del tiempo, déjame decirte que hoy puedes comenzar de nuevo y ser libre, administrando bien tu tiempo. Hay muchas cosas bellas que se pueden hacer y disfrutar en esta vida, si administramos bien el tiempo. Déjame hacerte algunas preguntas y responde con mucha sinceridad:
- ¿Cómo administras tu tiempo?
- ¿Te quejas de que no te alcanza el tiempo?
- ¿Has querido hacer algunas cosas y siempre estás posponiendo?
- ¿Durante el día haces mucho y al terminar dices: No hice nada, pues estuviste tocando aquí y allá, sin lograr lo que querías? ¿Tienes tiempo para Dios?
- ¿De las 24 horas que El te da, cuántos minutos dedicas para El para adorarlo por lo que El es?
- ¿Para darle gracias por todo lo bueno que recibes de El?
- ¿Para pedir perdón por tus pecados y ofensas a El? Para pedir por la paz del mundo?
- ¿Para interceder por tus seres queridos?
- ¿Para pedir que tu vida interior esté en orden, en paz con todos?
Este es el primer paso en la Excelencia en la administración del tiempo: Tiempo para Dios.
Mateo 3:33: Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y todo lo demás será añadido.
Si apartas tu tiempo diariamente estando a solas con tu Creador, él va a guiar tus pasos en la administración del tiempo.
Muchas veces estamos en aprietos porque no sabemos administrar bien el tiempo y olvidamos que necesitamos pensar en lo prioritario más que en lo importante. Hay un versículo en el que un día Dios me habló: Prov. 16:3 “Encomienda a Dios tus obras y tus pensamientos serán afirmados” y allí Dios me habló acerca de la administración sabia del tiempo pues al yo encomendar o dejar todas mis obras o trabajos o responsabilidades en sus manos, él me guiaría en todo de tal manera que mi tiempo sería bien administrado.
Ahora amiga, todas tenemos roles que cumplir. Somos mujeres, algunas madres, otras esposas, otras ejecutivas, otras ejercemos roles en el área espiritual, y muchas veces se nos ubica como la mujer maravilla que podemos hacerlo todo, y llega un momento en la vida en que estamos tan estresadas y no podemos cumplir a cabalidad con nuestros roles.
¿Qué hacer ante tal situación?
Mi consejo en este momento es que necesitas sentarte y reflexionar acerca de como estás administrando tu tiempo.
¿En que inviertes tu tiempo? Tal vez tu respuesta sea: pues en cuidar a los niños, en llevarlos a la escuela o al colegio, en hacer tareas con ellos, jugar con ellos, bañarlos, atenderlos, maravilloso pues este es un role que Dios te ha dado para que lo sepas administrar y que nadie puede reemplazarlo como lo haría una madre.
Tal vez dices pues tengo que atender a mi esposo, maravilloso también pues es un privilegio ser esposa. Quizás otra respuesta sería: voy al gimnasio o camino para cuidar mi salud, felicitaciones, pues Dios desea que nuestro cuerpo sea amado y cuidado por nosotras mismas. Tal vez puedes decir bueno mi mayor parte del tiempo lo paso frente al televisor, viendo novelas, películas, noticias, etc. O soy esclava de mi trabajo en la oficina. No se amiga, cual sea tu situación, pero Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Ecle. 3:1-11.
Para llegar a la Excelencia en la administración del tiempo, primero necesitas dedicar un tiempo cada día para estar a solas con Dios.
Segundo: Haz una lista de todos tus roles y enuméralos en orden prioritario, y comienza a dar pasos siguiendo tu lista. Piensa en tu prójimo: Padres, familia, amigos, escribe algunas notas y envíalas a personas significativas para tu vida diciéndoles cuánto ellos valen para ti, haz algunas llamadas telefónicas para levantar el ánimo de alguien quien tu sabes que está pasando por momentos difíciles, y no te olvides de ti misma, cuida tu aspecto espiritual, emocional, físico, intelectual y con la ayuda de Dios podrás al final decir: Estoy llegando a la excelencia en la administración del tiempo, podrás decir: Tengo tiempo para todo, y habrá dentro de ti una gran satisfacción y dirás como el salmista: En tu mano OH Dios, están mis tiempos.
Dios te bendiga,
Tu hermana y amiga,
Alva Vargas de Contreras.
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